El pasado 12 de febrero, el Aita Mari, buque de asistencia humanitaria de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), zarpó en su duodécima misión, la primera del año 2024. Este viaje marcó un hito significativo en la labor de SMH, impulsado por el éxito de una campaña de crowdfunding iniciada el 3 de enero, cuyo apoyo fue fundamental para financiar la misión.
Inicio de la Misión: Solidaridad en Acción
Gracias a la generosidad de colaboradores de todo el mundo, la campaña de crowdfunding superó las expectativas iniciales, cubriendo el combustible y alimentos necesarios para la misión. A pesar de ello, la campaña continuó activa para financiar reparaciones y actualizaciones críticas del barco. Podéis ver todos los detalles de la campaña que se llevo a cabo a través de este enlace.
Contexto de Crisis Humanitaria 2024
El Aita Mari partió en un momento de grave crisis humanitaria global, con conflictos activos en Gaza, Siria, Pakistán, Afganistán, Congo y Yemen, exacerbando la necesidad de asistencia para aquellos que buscan refugio. Los gobiernos europeos mostraron una respuesta inadecuada, criminalizando a las personas migrantes y a las organizaciones que los asisten, dejando a miles en una situación desesperada. Ante esta indiferencia, SMH reafirmó su compromiso de brindar asistencia humanitaria a los más vulnerables, denunciando las injusticias y violaciones de derechos humanos en el Mediterráneo central.
Operación de Rescate en la Zona SAR de Libia
El 16 de febrero, el Aita Mari llevó a cabo una operación de rescate en la zona SAR (Search and Rescue) de Libia, ayudando a 43 personas de origen egipcio, sudanés y bangladesí, todos varones. A pesar de las olas de más de un metro y la falta de respuesta de las autoridades de Italia, Malta, Libia y España, el equipo de SMH actuó de acuerdo con la normativa marítima. Posteriormente, Italia asignó el puerto de Ortona, en la provincia de Chieti, como destino para el desembarco.
Desafíos en el Camino a Ortona
La travesía hasta Ortona, a 700 millas náuticas del lugar del rescate, se realizó en condiciones climáticas favorables y sin incidentes mayores. Sin embargo, el largo recorrido fue parte de una estrategia de asignación de puertos lejanos, diseñada para desgastar los recursos y el tiempo de las ONG, incrementando el sufrimiento de las personas rescatadas. A pesar de estos desafíos, el desembarco en Ortona se realizó sin complicaciones, y las 43 personas rescatadas comenzaron los procesos administrativos bajo la jurisdicción local, enfrentándose en muchos casos a órdenes de expulsión.
Denuncia de Violaciones de Derechos Humanos
Durante la misión, el Aita Mari recibió instrucciones de rastrear la zona SAR de Libia en busca de otras embarcaciones, encontrando dos botes vacíos, aparentemente evacuados y devueltos por la guardia costera de Túnez y Libia, financiada por la Unión Europea. Esta práctica de devoluciones en caliente es una clara violación de los derechos humanos fundamentales y subraya la necesidad de que las autoridades europeas asuman la responsabilidad en las zonas SAR, en lugar de financiar la contención en países no seguros.