Un año más, la Asociación de Vecinos Laguntasuna de Gabierrota, en Errenteria, ha demostrado que la solidaridad y la humanidad son la esencia de su comunidad. En el marco de la emblemática carrera Behobia-San Sebastián, este barrio ha organizado un fin de semana repleto de actividades con un propósito claro: apoyar la labor del Aita Mari, nuestro barco de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), en su misión de defender los derechos humanos y proteger vidas en el Mediterráneo.
Un Fin de Semana Solidario
El viernes 8 de noviembre comenzó con una jornada gastronómica solidaria en Gabierrota, que reunió a vecinxs y visitantes en torno a la buena comida y la causa humanitaria.
El sábado 9, las calles del barrio se llenaron de actividades para todas las edades. Por la mañana, los más txikis disfrutaron de talleres creativos mientras lxs adultxs asistían a charlas sobre la realidad migratoria en el Mediterráneo y la labor del Aita Mari. Un momento destacado fue la conexión en directo con el barco, atracado en Sagunto y en plena preparación para la Misión 14. Por la tarde, un bingo solidario y dos actuaciones musicales – Psicoacustic y Call Beat – convirtieron Gabierrota en un espacio de diversión y compromiso, acompañado por un animado pintxopote y un puesto de merchandising solidario.
El domingo 10 de noviembre, el barrio se vistió de azul para recibir a lxs corredores de la Behobia-San Sebastián en el KM 11. Al paso por la antigua gasolinera, la lona azul que simbolizaba el mar se llenó de euros lanzados por deportistas y espectadores, en un gesto sencillo pero cargado de significado. Además, la música en vivo, la txozna y los pintxos de Eusko Label y Euskal Parrilla crearon un ambiente festivo y familiar que volvió a demostrar que el deporte y la solidaridad pueden ir de la mano.
Gracias, Gabierrota
Desde SMH queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento a la Asociación de Vecinos Laguntasuna de Gabierrota, a todxs lxs voluntarixs y a las personas que participaron en este fin de semana solidario. Actividades como esta no solo recaudan fondos esenciales para que el Aita Mari pueda seguir navegando, sino que también dan visibilidad a una realidad que no podemos ignorar: la crisis humanitaria en el Mediterráneo.
Gracias a vuestro esfuerzo y compromiso, el Aita Mari sigue siendo un símbolo de esperanza y humanidad para quienes más lo necesitan.
Eskerrik asko, Gabierrota. ¡Nos vemos el próximo año en el KM 11!