Desafortunadamente, la situación en el Mediterráneo no difiere en lo sustancial de lo que sucede en otras muchas regiones del planeta. Cada año miles de personas pierden la vida en las rutas migratorias, ya sean marítimas o terrestres, buscando un futuro mejor cada año al huir de la guerra, el hambre, los efectos del cambio climático o la opresión. Para las que consiguen alcanzar el lugar de destino, el miedo y la incertidumbre no terminan al pisar tierra: la precariedad y la opresión se materializan en campos de personas refugiadas con recursos limitados donde se dan el hacinamiento, el racismo, la xenofobia y otras formas de violencia como abusos, vejaciones y violaciones. Las personas refugiadas pasan por largos y complicados procesos de solicitud de asilo que muchas veces terminan en la denegación y enfrentan enormes limitaciones para cuestiones tan básicas como conseguir un techo o un trabajo.

Ser conscientes de que lo que sucede en los países del sur está fuertemente relacionado con los países del norte obliga a no centrar únicamente la atención en la acción humanitaria en el terreno. Por ello otro de los ejes de trabajo de SMH es la sensibilización y la educación para la transformación social (EpTS), desde donde se busca potenciar el conocimiento crítico, no solo de la situación concreta del Mediterráneo, sino también de las complejas realidades que viven las personas migrantes en el mundo, a la vez que ahondar en las causas que provocan los movimientos de población.

A través de una educación transformadora, desde SMH apostamos por construir una ciudadanía global crítica, responsable y comprometida, a nivel personal y colectivo, con la transformación de la realidad local y global para construir un mundo más justo, más equitativo y más respetuoso con la diversidad y con el medio ambiente, en el que todas las personas podamos desarrollarnos libre y satisfactoriamente.

La educación transformadora fomenta el respeto y el valor de la diversidad como fuente de enriquecimiento humano, la conciencia ambiental y el consumo responsable, el respeto de los derechos humanos individuales y sociales, la equidad de género, la valoración del diálogo como herramienta para la resolución pacífica de los conflictos y la participación democrática, la corresponsabilidad y el compromiso en la construcción de una sociedad justa, equitativa y solidaria.

La actuación de SMH en el Mediterráneo sirve como punto de conexión con una realidad global, la de los desplazamientos de población forzados por circunstancias que hacen muy difícil o imposible continuar viviendo en el lugar de origen: regímenes dictatoriales, conflictos armados, desastres medioambientales, hambrunas, pobreza extrema, persecución por razones étnicas, políticas, religiosas, identitarias, etc. Tras estos factores, además, la mayoría de las veces se encuentran los intereses geoestratégicos y económicos de los países más poderosos, de las empresas transnacionales o de las mafias.

A partir de la experiencia concreta del trabajo en el Mediterráneo Central, la línea de sensibilización y EpTS se enmarca esta intervención que va dirigida a los centros educativos que imparten educación secundaria y formación profesional, con el fin de promover en el alumnado un conocimiento crítico sobre las migraciones y sus causas, así como sobre la dureza de las situaciones que enfrentan las personas migrantes a lo largo de todo el proceso migratorio. Mediante las actividades se busca llevar a las/os jóvenes estudiantes a una reflexión crítica sobre la co-responsabilidad global a la hora de abordar el desarrollo, muy vinculado a los movimientos de población, y sobre las actitudes para con las personas migrantes.

La intervención tiene transversalizados los enfoques de género y medioambiental y se realiza desde una perspectiva de los derechos humanos, poniendo en el centro a las personas migrantes y particularmente a las mujeres migrantes.

Por otro lado, esta propuesta se inserta en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. «No dejar a nadie atrás» es uno de los lemas de este marco de acción adoptado por Naciones Unidas en 2015. Sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, los ODS, son la plasmación del compromiso internacional para hacer frente a los retos sociales, económicos y medioambientales de la globalización, poniendo en el centro a las personas, el planeta, la prosperidad y la paz.