Los días 20 y 21 de noviembre, Donostia acogió unas jornadas organizadas por Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) y la Diputación Foral de Gipuzkoa. Bajo el título “MUJERES Y MENORES, DEL TRÁNSITO A LA ACOGIDA”, el evento ofreció un espacio de encuentro y reflexión sobre las realidades que viven millones de personas migrantes, especialmente mujeres y menores, a lo largo de su travesía por rutas de migración cada vez más peligrosas y deshumanizadas.

Las jornadas comenzaron con una mirada a las fronteras y su impacto en las mujeres migrantes. Los relatos de las intervenciones de las expertas presentes fueron un reflejo de la lucha diaria de quienes se enfrentan a la violencia, la discriminación y la explotación en su intento por llegar a un lugar seguro. Las historias de vida compartidas, como las de Marian del Toro, activista en el acompañamiento de jóvenes en contextos vulnerables, o la de Ouafa Chafqui, mujer migrante que se ha convertido en referente de apoyo a otras mujeres, hicieron visible la resiliencia y la capacidad de transformación de las mujeres migrantes, a pesar de las barreras sociales y políticas que enfrentan.

Sin embargo, más allá de las dificultades, las jornadas también fueron un testimonio de la esperanza y la lucha por una acogida más digna. Se habló de la necesidad de construir una sociedad más inclusiva, en la que la educación, el apoyo y la integración sean pilares fundamentales. Las experiencias compartidas sobre cómo crear espacios educativos inclusivos, como las del equipo de Urgain Eskola, mostraron que es posible transformar el sistema educativo para que no solo sea un refugio, sino también un motor de cambio social. La importancia de una escuela inclusiva, que no discrimine por origen, género o situación social, es clave para la integración de los menores migrantes, quienes a menudo enfrentan barreras invisibles aún dentro de los sistemas educativos.

Lo más relevante de estas jornadas fue, sin duda, la reflexión colectiva sobre cómo convertir la acogida en un acto de justicia y dignidad. La inclusión no debe ser solo un concepto abstracto; debe traducirse en prácticas concretas, tanto en las políticas públicas como en las acciones cotidianas. Cada intervención, nos recordó que, más allá de las políticas migratorias, hay vidas humanas que necesitan ser reconocidas, protegidas y acompañadas.

Desde SMH, reafirmamos nuestro compromiso de continuar defendiendo los derechos de las personas migrantes, y especialmente de las mujeres y menores, porque en su lucha también reside la lucha por una sociedad más humana y solidaria.